Red SOCIAL o No social, he ahí la cuestión

Desde Alcor, en el Foro de CI, en distintos foros de conocimiento y experiencia sobre Comunicación Interna… llevamos tiempo compartiendo que la CI es una herramienta para ayudar a la transformación cultural que las empresas necesitan y, en esa línea, arraigar comportamientos más sociales “dentro de la empresa” se hace imprescindible para muchas organizaciones. No solo porque necesitan alinearse con los propios cambios que ocurren en la sociedad, entre sus clientes, sino porque es muy difícil “diferenciarte de tu competencia por ser innovador, colaborativo, social, cuando dentro no lo consigues”. Es verdad que las barreras internas son difíciles de superar pero la CI es una herramienta aliada para ello

Asistimos, pues, a la efervescencia de los canales de CI sociales, de transformación de canales que hasta ahora “ponían a disposición” de las personas información para que la consumieran a “querer” que las personas los comenten, refuercen con su valoración, compartan, participen en grupos,…

Como decíamos antes, esto tiene sus barreras, su vértigo, por parte de quienes los impulsan que proyectan también sus propias dudas, anticipan riesgos, todo ello muy lógico ante procesos de cambio pero que muchas veces nos hacen repensar sobre la esencia «social» de estos cambios.

Nos hemos animado a aportar algunos argumentos para «conjurar» estas dudas tan razonables.

  • Encontramos muchas veces el temor / la cautela a que la gente aporte de todo y sin mesura. Verdaderamente, cuando partimos de organizaciones que no han dado tanto especio a la participación de las personas, el riesgo suele estar en que las personas no aporten. 

Y, en todo caso, Las personas suelen ser conscientes del impacto de sus aportaciones. En nuestra opinión, las personas suelen ser conscientes de su responsabilidad en los comentarios que realizan en un espacio de empresa. El problema suele estar en que realmente se atrevan a hacerlo, especialmente cuando no ha existido hábito. En todos los casos, hay que construir unas reglas del juego/consejos y darles la conveniente difusión para reforzar la consciencia de todos los empleados. Este hábito debe ser visible en las personas que impulsan el portal social.

  • El riesgo está en magnificar los comentarios aislados.

Hemos de diferenciar entre un comentario aislado y un estado de opinión. Por el hecho de que esté escrito y nosotros desde la dirección podamos verlo no significa que ese texto vaya a ser visto por toda la empresa y, sobre todo, que tenga que magnificarse como estado de opinión (solo sus seguidores; de hecho, solo los seguidores que lo vean, porque muchos tuits se pierden sin que los teóricos seguidores los vean). Cuando existen un número suficiente de comentarios que adquieren difusión, entonces podemos ver un estado de opinión y plantearnos cómo gestionarlo.

  • El temor a perder el control. ¿lo tuvimos alguna vez?; ¿pudimos alguna vez saber y controlar lo que ocurría en los pasillos de la empresa, en la cafetería?. Ahora, el pasillo se nos ha hecho más grande y sale fuera de la empresa. El verdadero riesgo es que no conozcamos de qué se habla y, por tanto, estemos ciegos a su alcance.

Las diferencias entre un post en la red y un comentario verbal ante un grupo de amigos (y de estos seguro que están ocurriendo) son dos:

– El post lo vemos y por tanto podemos conocerlo y valorarlo.

– El post puede llegar a más personas (en este caso a sus seguidores en la red interna). Esto nos permite identificar “líderes informales” y observar cómo se crean los estados de opinión, pudiendo actuar sobre ellos.

Se trata de gestionar el espacio de conversación –para los seguidores y no para toda la empresa, por ejemplo- Ahora, las personas pueden estar ya difundiendo esa información pero lo desconocemos. Si ocurre en nuestra red social, podemos conocerlo y valorarlo. Puede parecernos que perdemos el control formal sobre la comunicación interna, pero también es dudoso que lo hayamos tenido, dado que estábamos ignorando los canales informales y nunca hemos podido gestionar los “rumores”.

  • ¿Estamos dispuestos a escuchar lo que no nos gusta?. Este es un tema enfrentar

Si queremos diálogo, hemos de aceptar que el otro no siempre dice lo que nosotros queremos.  Hemos de aceptar esta máxima si queremos activar el componente social. Hay que contar con que en algunas ocasiones aparezcan comentarios que no nos agraden.

  • Las posibilidades de diálogo también pueden gestionarse: no para todas las noticias tenemos que habilitar la posibilidad de comentar. De la misma forma que hay periódicos online que no permiten comentar sus editoriales

Si los social media existen en nuestras organizaciones es porque son útiles para la transformación interna que buscamos. Nadie cree que una transformación cultural esté exenta de contradicciones, dificultades, y que se haga de la noche a la mañana. Por tanto, arraigar estos medios tampoco lo está. Se trata de proyectos en cuya implantación y arraigo van a surgir este tipo de planteamientos.

Por tanto, si eres responsable de CI y estás “enredado” en las redes sociales internas, revisa estos argumentos, hazlos tuyos, añade aquellos que creas de utilidad.

Y si quieres seguir dialogando… te acompañamos @conchagomez

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