¿Qué es eso de tener carisma?

Winston Churchil y Adolf Hitler fueron considerados líderes carismáticos en su época. También hubo acuerdo generalizado en el carisma de  John F. Kennedy, Mohamed Alí o Marilyn Monroe. Teresa de Calcuta, Lady Di y Steve Jobs, compartieron portadas. Entre los personajes más seguidos en Twitter encontramos extremos  tales como el Papa Francisco y Lady Gaga. Hoy hemos enterrado a Adolfo Suárez, indiscutido “líder carismático”.

¿Qué tienen en común todos ellos? ¿Qué les diferencia, ya que a nadie escapa que son notablemente diferentes?

Espoleado por estas preguntas, buceo un rato en Internet y encuentro diversas definiciones de carisma.

  •          “Especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar” nos dice la RAE en su primera acepción.
  •          Wikipedia no anda muy lejos: “Capacidad de ciertas personas de motivar y suscitar la admiración de sus seguidores gracias a una supuesta cualidad de «magnetismo personal».
  •          Una variante: “Capacidad de suscitar admiración o adhesión en las personas que rodean a un individuo”.
  •          La sociología nos habla del “Conjunto de cualidades excepcionales, o consideradas como tales, que posee un individuo”.
  •          WordReference se refiere a “Fascinación, encanto que ejercen algunas personas sobre las demás”
  •          Etc.

¡Estoy desolado. Hasta aquí, no encuentro diferencia alguna entre Hitler, Lady Gaga o el Papa Francisco!

Busco por otro lado y topo con Olivia Fox Cabane, uno de los iconos del tema, coach especializada en carisma, que trabaja para muchas de las 500 compañías Fortune y autora del libro “The Charisma Myth: how anyone can master the art and science of personal magnetism”. Lamentablemente, aparte de tomar partido en la eterna discusión  de si “se nace o se hace” y dar claves para conseguir un mejor “magnetismo personal”, no me despeja las dudas anteriores.

De repente caigo en que la RAE ofrecía una segunda acepción, que había dejado de lado por tener un enfoque religioso que consideré apartado del tema. Dice así: “Don gratuito que Dios concede a algunas personas, en beneficio de la comunidad”

La última frase me saltó a la cara: ¡en beneficio de la comunidad! Eso sí marcaba una diferencia clara entre unos y otros supuestos personajes carismáticos.

Hablando de carismas, recordé a San Pablo y también a Max Weber quien, desde una posición laica, también ponía el acento en el propósito o fin del carisma; la autoridad carismática basada en las capacidades de santidad, heroísmo o ejemplaridad de una persona, puestas al servicio del bien común.

Al servicio del bien común. Piedra de toque inequívoca para distinguir el oro del plomo.

 

Jaime García-Herranz

25 de marzo de 2014

2 comentarios sobre “¿Qué es eso de tener carisma?

  1. A la búsqueda de Jaime sobre el carisma me permito añadir la interpretación de Bernard Bass, autor que siempre me ha gustado y que he utilizado en diversas investigaciones sobre liderazgo que han «padecido» algunos de nuestros clientes:
    Bernard Bass prescribe cuatro rasgos como propios del «líder transformador» y considera que el «carisma» es el primero. Para Bass, «carisma» significa el reconocimiento por los colaboradores de que el directivo dispone de capacidad, poder y credibilidad suficientes como para dirigir y apoyar al equipo en el logro y la superación de las metas planteadas.
    Ya puestos no me privo de aportar los otros tres rasgos:
    b) “Construcción de una visión”: ofrecer al equipo o construir con él un escenario de futuro para el equipo, que suponga una mayor y/o mejor aportación del mismo a las metas de la organización.
    c) “Estimulación intelectual”: conseguir que la visión a alcanzar como equipo sea un reto compartido por los colaboradores y estimulante para cada uno de ellos; el logro de la visión supone la superación del desempeño del equipo y, también, la superación y el crecimiento profesional de sus miembros.
    d) “Consideración individual”: lograr que cada colaborador sienta que la visión y los objetivos del equipo dan respuesta integradora a sus aspiraciones profesionales (“visiones individuales”).
    El libro básico de Bernard Bass -tiene varios- es “Leadership and performance beyond expectations”, publicado en 1985 (The Free Press, ed.)
    Un abrazo a mi colega Jaime y a todos los que nos lean en este nuestro blog

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    1. Gracias, Pablo.
      Totalmente de acuerdo contigo y, por supuesto, con Bernard Bass.
      Pero a fuer de ser un puntito más diletante, el planteamiento de Bass dejaría fuera de la lista a Mohamed Alí, Marilyn Monroe, Lady Gaga y quizá a algún otro. ¿Pero es tan claro que quedara fuera Hitler?

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