Innovación y Comunicación Interna, algo más que pareja de hecho

Ya comenté en un reciente post (Innovar: ¿solo o en compañía? de 18 de febrero) que:

  • la gestión de la innovación requiere rumbo, discurso estratégico. Un discurso que dé respuesta a  ¿por qué  tenemos que cambiar?, ¿en qué tenemos que cambiar?; ¿qué queremos cambiar? y que
  • la innovación tecnocrática –las ideas pensadas  desde el despacho basadas en el conocimiento especializado pero alejadas del puesto de trabajo en  el que deben aplicarse- ya no es suficiente en los entornos competitivos en los que trabajamos. Los filones de mejora están en la aportación creativa de los que conocen y hacen el trabajo y se enriquece y amplifica su impacto cuando ocurre en entornos de colaboración –varias mentes implicadas-

Por tanto,  necesitamos Sentido de dirección, de propósito y personas “pensando y trabajando juntas”

 Y además…

  • Las herramientas tecnológicas (redes sociales, comunidades soportadas en redes sociales) son un catalizador y difusor potente de ideas y aportaciones. Tienen ventajas muy estimables desde el punto de vista de la innovación, la generación e intercambio de conocimiento y experiencias…
    • Aportan espontaneidad e inmediatez
    • Soportan procesos activos de intercambio en tiempo real
    • Dan visibilidad inmediata a ideas y personas
    • Pero no son imprescindibles. Son un facilitador y un amplificador de las vivencias de colaboración e innovación que se dan en la empresa (si es que existen). Las personas que colaboran cara a cara, aquellos que quieren, pueden valerse de las redes sociales para facilitar procesos de intercambio de conocimiento y de ideas.
    • Y lo harán –“cara a cara” o a través de redes sociales- si ganan algo con ello –lo que es bueno para la empresa, también ha de ser bueno para mí-. Para que tenga valor para las personas, no solo es necesario que esas innovaciones les ayuden en su día a día, sino que obtienen reconocimiento personal con ello.  La visibilidad de las personas que aportan ideas y que las comparten es la palanca más potente para instalar y arraigar un comportamiento:
      • Yo gano: refuerzo de la percepción de importancia como experto, como “compartidor” de conocimiento e ideas,  visibilidad ante la Dirección, refuerzo de la “marca personal”,…
      • La empresa gana: Refuerzo del valor de las ideas en el negocio, en la mejora, visibilidad de los resultados,…

Necesitamos… Sentido de dirección, de propósito y personas colaborando y Herramientas que dinamicen y amplifiquen; reconocimiento y refuerzo de la percepción de importancia de los que colaboran e innovan

A partir de estas premisas, ¿Cuál es el alcance de la CI?

  • Gestionar la agenda de comunicación de la Dirección en torno a la innovación: “definir para y con la Dirección los porqué y qué de la innovación en esta empresa”
  • Generar  espacios de intercambio “presenciales” o “virtuales” (soportados en redes sociales). Los proyectos de impulso de “comunidades” –de conocimiento, de experiencia, de práctica-, que se convierten en sí mismas en agentes de este cambio.
  • Crear contenidos y dinamizar las conversaciones de estas comunidades. Las “comunidades” son “incubadoras” a las que hay que dar seguimiento, “calor”, contenidos relevantes, visibilidad, para que las personas se sientan estimulados a participar. Todas las prácticas incipientes requieren aliento y cuidado para que arraiguen.
  • Provocar y facilitar la participación de las personas. El estímulo para que aporten. Campañas de dinamización.
  • Incrementar la madurez y la capacidad de los mandos para estimular la innovación en sus entornos directos.
  • Gestionar las aportaciones creativas. Canalizar la creatividad hacia el negocio para convertirla en innovación (ideas puestas en acción), su canalización hacia “comités de expertos” que analizan y valoran.
  • Gestionar las consecuencias para los que aportan e innovan, el reconocimiento.
    •  desde el punto de vista de la visibilidad de las personas y el reconocimiento público; incrementar la percepción de importancia
    • Desde el punto de vista del valor que aportan las ideas a la organización: ¿qué hemos ganado, en qué se ha mejorado,…?

Desde Alcor venimos colaborando en proyectos orientados al

  •  Impulso y fomento de la participación de las personas en la innovación:
    • Colaboramos en la definición de contenidos de la agenda de comunicación sobre innovación para la Dirección
    • Identificamos y analizamos el funcionamiento de las comunidades (redes informales) colaborativas y de innovación emergentes a través de herramientas de análisis de redes desarrolladas por nuestro partner el Instituto de Ingeniería del Conocimiento)  –redes de contacto y comunidades de intereses-
    • la identificación de aquellas claves culturales que afectan –sea favoreciendo, sea dificultando- la actuación de la “inteligencia colectiva”, generando o difundiendo  conocimiento y la creación de ideas
    • Ponemos en marcha de “comunidades” soportadas o no en redes sociales internas y dinamización de conversaciones.
    • Trabajamos en la dinamización de los mandos. Su papel como impulsores, su capacidad para estimular la creatividad, para facilitar conversaciones, para aplicar innovaciones,…
    • Colaboramos en los procesos y herramientas en las que visibilizar la aportación de ideas (tecnológicas o no)
    • Participamos en la sostenibilidad de la innovación: La medición de lo que vamos consiguiendo con la innovación: ¿en qué medida los procesos de colaboración que sustentan la innovación crecen, en qué línea progresan,…?

La innovación no es una novedad en nuestras empresas; siempre ha existido. Lo que cambia es cómo la estimulamos. La Comunicación Interna es más que pareja de hecho de la Innovación, es herramienta con derechos porque interviene sobre la integración y el compromiso de las personas. Sin ellas, la innovación se queda en los despachos

Si quieres seguir conversando, concha.gomez@alcor.es

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